Mi amiga del parque

2014

SINOPSIS

Corren días difíciles para Liz (32), madre primeriza de Nicanor (ocho meses) y esposa de Gustavo, un camarógrafo que registra los movimientos de un volcán en actividad en Chile. Ella y su hijo habitan de a poco un nuevo y luminoso departamento en Buenos Aires, todavía vacío y repleto de cajas de mudanza.
Quizás Liz extraña a su madre (que murió durante su embarazo y se hace presente en Yazmina, una mujer que hacía el trabajo doméstico en la casa de su infancia). Quizá la preocupa el tiempo que lleva sin editar un libro nuevo después de aquel primero tan original y apreciado. Lo cierto es que Liz parece perdida y sola, y por consejo del pediatra visita todos los días (casi religiosamente) el parque vecino a su casa.
Allí conoce a un grupo de madres y a algún padre con los que conversa sobre su nuevo rol, y se encuentra con Rosa, presunta madre de Clarisa y hermana de la inestable Renata, que desaparece cada dos por tres sin avisar.
Rosa capta la personalidad de Liz, lee sus pensamientos y los arroja al aire, exorcizando sus temores ocultos de madre novata. A cambio de prestarle un poco de libertad, Rosa le pide a Liz que las lleve a Saladillo, donde vive un novio que Renata conoció por chat, una promesa romántica que podría ayudar a que se recupere de la depresión.
Liz tiene auto, pero hace tiempo que no conduce. Gustavo prefiere que su mujer no se aleje de la ciudad, y hasta la propuesta de Rosa Liz no parecía especialmente interesada en ir más allá de la manzana donde vive y donde cada día pasea Nicanor. Convencer a Liz de aceptar esta misión viajera no es sencillo, pero tampoco imposible: prueba de ello es el secreto acondicionamiento del auto que Liz hace mientras se niega a llevar a las “hermanas R” (como le llaman despectivamente otras madres del parque). Lucho, amigo y colega escritor de Liz, la anima a la expedición sin darse cuenta.

En esta intensa amistad se crea una complicidad especial, en la que las nuevas amigas comparten confesiones, tareas domésticas y de a poco, lo más importante, el cuidado de los hijos. Liz intenta ayudar a Rosa en la difícil misión de contener a Renata, mientras que Rosa abriga la soledad de Liz y de a poco la vuelve más confiada.

Sin embargo, la huida de un bar sin pagar (las amigas escapan corriendo junto a sus bebés) es el primero de una serie de actos que ponen en peligro un equilibrio de madurez que en Liz parece un mandato frágil. Sobre todo cuando se pierde de vista a los propios hijos.

La sucesión de declaraciones de amistad irrestricta y peleas furibundas ayuda a Liz a sortear no sólo la soledad circunstancial en que vive, sino las dudas sobre qué tipo de madre quiere ser.  La solidaridad aparece como una clave para que las amigas aprendan a vivir en ese mundo nuevo y floreciente, pero también la idea de que hay diversas formas de ser madre. Cuántas aventuras les aguardan.

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